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29 ago 2013

¿Resurgir del sector inmobiliario? Todos los indicadores aún son negativos




Aunque las ramas del mercado inmobiliario se mueven, las operaciones son fruta que todavía está por madurar. Las recientes transacciones vinculadas al Sareb, a cajas nacionalizadas o a entidades públicas son un botón de muestra que todavía no es representativo del sector. Los indicadores así lo avalan. Los datos de junio demuestran que la venta de viviendas cayó un 5,5% respecto al mismo mes del año pasado y un 8,6% respecto a mayo, según los datos ofrecidos ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) con información de las ventas firmadas recogidas por el Registro de la Propiedad.

En este sentido, los inversores institucionales (grandes fondos) parecen ir por delante del sentir generalizado del mercado. En cuestión de un par de semanas, HIG Capital, Goldman Sachs, Blackstone, Burlington Loan, Kennedy Wilson y Varde Partners han sido los últimos en adquirir activos o créditos inmobiliarios en España. Sin embargo, su inminente desembarco, que bien puede ser considerado como la segunda gran oleada de dinero internacional tras las primera remesa de operaciones de sale and lease back de hace un par de años, dista mucho de coincidir con la tendencia global.

El tamaño de las operaciones protagonizadas por los fondos internacionales les permite obtener mejores condiciones que la media existente en el mercado, tanto en precio (descuentos por encima del 50% del valor nominal) como en la propia estructura de la inversión (como ocurre con los FAB). En teoría, estas transacciones están llamadas a abrir el camino de la reactivación del sector inmobiliario, no tanto por las características de sus inversiones sino por el inmediato proceso de desinversión que abordarán, con unas políticas de precios más agresivas que las mantenidas por los antiguos propietarios.

Precisamente, esa diferencia de precio es la que señala Ángel Serrano, director general de Negocio de la consultora Aguirre Newman, como determinante para que se ajuste la capacidad de compra de la demanda. En una entrevista publicada ayer lunes por Cinco Días, el ejecutivo estima que el precio de la vivienda debe caer en España entre un 20-25%, siempre que el “shock salarial” de los trabajadores haya concluido. Y es que, aunque las malas noticias sobre nuestro país ya están descontadas por parte del gran inversor, la clave está en que se el mercado se reactive a nivel particular.

Y en el mercado particular, los compradores de vivienda en España siguen presentando ofertas a la baja sobre los precios del vendedor. Según datos del portal inmobiliario Idealista.com, esta rebaja alcanzó un 23,9% de media en julio, mes en el que se registraron más de 17.000 pujas por viviendas a la venta en la web. Por provincias, la mayor diferencia está en Soria (-32,9%), mientras que Zamora (-17%) registra la menor. En las principales capitales, Bilbao (-27,5%) y Valencia (-25,9%) tienen ofertas más agresivas, mientras que Barcelona (-23,8%) y Madrid (-22,9%) están en la media.

A pesar de estos indicadores, hay voces que creen en la recuperación. Es el caso de Fernando Moreno, director de banca comercial de Bankinter, que en una entrevista a Expansión aseguraba ayer que “los precios empiezan a ser apetecibles”. El ejecutivo del banco naranja confirma que su entidad tiene previsto conceder más hipotecas en el último trimestre del año que en el mismo trimestre de 2012. “El mercado inmobiliario se va a reactivar, tenemos buenas previsiones y seremos más activos”. El tiempo demostrará si los argumentos de los más optimistas son un simple ejercicio de voluntarismo.

Fuente: elConfidencial.com



 

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